28 de septiembre de 2011

Esta película ya la vi

Son raras, eso ya lo dije muchas veces, las razones que mueven al sentimiento del hincha de fútbol, y cada uno tiene las suyas, cómo son únicas e indivduales, no podemos quejarnos de no sentir como otros, ni por el contrario, de que otros no sientan como nosotros; pero hay cosas que sencillamente no comprendo... soy hincha de Lanús porque mi viejo era hincha de Lanús y sería de Laferrere o de San Martín de Burzaco o de San Lorenzo con la misma fruicion y/o sumisión que llevo todos estos años, voy a la cancha desde los tres años a los partidos que mi viejo me llevaba (que eran muchos, de local, casi todos) era de ese grupo de pibitos que jugaban al futbol en el pasillo del codo de Esquiú, mientras escuchaba a los hinchas, que veían el partido desde el alambrado, especular sobre si tal "ya se había vendido" o sobre si cuál jugaba porque e"ra sobrino del presidente"... Pasó mucha agua bajo el puente, los tablones que ilustran este recuerdo hoy adornan los comedores de muchos hinchas y Lanús ya no recuerda las gloriosas tardes de Primera División, las vive cada fin de semana. Este preámbulo, largo y disperso, es una valoración histórica que se me ocurre hacer después de estas jornadas nefastas (1-2 contra Boca, 0-0 en Belgrano y 1-1 acá con Colón) y de escuchar, o mejor dicho de leer a la distancia, los cometarios de los hinchas del grana y las críticas a los jugadores y al técnico como si de enemigos se tratara, entonces se me viene la historia a la cabeza, la de arriba, y también la elidida en estos 96 años de trayectoria, se me viene mi viejo más de mil quilometros desplomado después de Chaco y alzándome en brazos cómo a un bebe, poco más un año más tarde, en la cancha de Quilmes, vale aclarar que yo tenía 14 años y pesaba algo más de 70 kilos. por eso y por mucho más no lo entiendo.
Cabe destacar que nunca en mi vida practique seriamente ningún deporte, más que ir o seguir al grana, y que jamás valoré un empate como un resultado positivo, no puedo, es como una enfermedad, quiero que el grana gane siempre y a todo, no quiero que gane más torneos locales(como sotienen algunos) antes de ganar otro título intenacional, quiero que los gane los dos... no quiero que empate o pierda para que no se beneficie otro rival, por el descenso o por la lucha por el campeonato, no, no señores, que Lanús gane y que los otros se espabilen. Por eso no entiendo los cometarios de los que quieren echar al técnico y esperan "dos o tres partidos" leí por ahí) qúe esperan? no puedo creer ese sentimiento. No puedo creer que se puetee a jugadores de 21 años en medio de partido, por que no son de nuestro gusto, ni a los más experimentados, por que no corren como pensamos que deberías. Ya lo vivimos muchas veces sin ir más lejos con Luisito Zubeldía, hijo del club, al que le buscamos las pulgas hasta que se fue por la ventana, como este caso muchos otros, no voy a defender a los técnico ni a los jugadores, pero para mi mientras se vistan de granate, son mis jugadores y mis técnicos y ya habrá tiempo para recriminarles cuando no estén, porque ellos se van a ir (mal que nos pese o por suerte) algún día y nosotros no, nosotros seguiremos estando ahí, alentando y aguantando de cerca o a la distancia, para que el grana gane siempre y a todo lo que juega...

8 de septiembre de 2011

esperando

Una y cincuenta y nueve de la madrugada del 8 de septiembre, en un rato el grana se juega el pase a la siguiente fase de la Sudaméricana en cancha de Godoy cruz, si uno fuese sensato se iría a dormir y mañana después de soñar quizás con el partido perfecto, o de tener pesadillas, toda la noche se levantaría y se tomaría unos mates o un cafe con leche leyendo la crónica de lo sucedido mientras descansaba; pero el fútbol nos somete a situaciones que no revisten sensatez ni se acercan un poco a ella, que nos acorralan ferozmente contra nuestros más íntimas contradicciones o sencillamente que nos hacen escoger entre lo evidentemente "más" normal y cosas decididamente absurdas sin dudarlo un instante.
Es probable que los hinchas del grana que viajaron, o viajan aún, hasta Mendoza más de una vez, durante el trajecto se hayan preguntado qué carajo hago viniendo hasta acá, pero la pregunta, mejor dicho ese esbozo de meditación interna que no llega a materializarse en pregunta, ni mucho menos a exteriorizarse, es incondicionalemente arremetido ( a golpes incluso) por agentes domésticos que trabajan en nuestra conciencia con infinidad de argumentos que van desde el sentimiento más puro hasta la pasión más desenfrenada, que nos traen a la cabeza a nuestros viejos, a las alegrías de los sábados en el Nacional, los goles del Uruguayo y montones de argumentos tan incongruentes como innecesarios porque sabemos que no los precisamos para estar ahí , es que así somos a veces los hinchas del futbol, sobretodo los de Lanús, que son los que mejor conozco, intentamos someternos a examenes de conciencia permanetemente para afianzar la idea de que necesitamos tanto de este amor como de estos sacrificios, y además, si podemos, jactarnos de ello para, aunque sea extraño, pasar el rato... ves, ya son las dos y diecinueve, ya falta menos...